Existe una especie en vías de
extinción: las “Divas Multidécada”, mitos vivientes que traspasan generaciones generando
tendencias.
El máximo ejemplar que de este género jamás haya existido es, sin duda alguna, Madonna. La chica que empezó en los 80 unas vacaciones sin fin; sabiendo conjugar lo material con lo virginal; sin dejar que su padre se interpusiera en que se vistiera de un azul “verdadero” para poder soñar con San Pedro en su particular isla; rezando para que su ambición rubia continuara a pesar de la polémica; mostrando erotismo desinhibido para luego guardarlo como un secreto entre sábanas donde llorar por ella; y cuando parecía que estaba congelada conseguir resurgir como un rayo de luz entre la lluvia; llevando la música desde Londres hasta Hollywood y consiguiendo que en menos de cuatro minutos nos colgáramos de nuevo por ella en una celebración infinita y sin pedir perdón.
La “madre” fundadora de esta especial estirpe de divas incombustibles al paso del tiempo fue la excéntrica Cher, que década tras década nos ha ido sorprendiendo con un “más difícil todavía” alcanzando niveles inconcebibles de popularidad entre nuevas generaciones de jóvenes que podrían tenerla como tatarabuela.
El máximo ejemplar que de este género jamás haya existido es, sin duda alguna, Madonna. La chica que empezó en los 80 unas vacaciones sin fin; sabiendo conjugar lo material con lo virginal; sin dejar que su padre se interpusiera en que se vistiera de un azul “verdadero” para poder soñar con San Pedro en su particular isla; rezando para que su ambición rubia continuara a pesar de la polémica; mostrando erotismo desinhibido para luego guardarlo como un secreto entre sábanas donde llorar por ella; y cuando parecía que estaba congelada conseguir resurgir como un rayo de luz entre la lluvia; llevando la música desde Londres hasta Hollywood y consiguiendo que en menos de cuatro minutos nos colgáramos de nuevo por ella en una celebración infinita y sin pedir perdón.
La “madre” fundadora de esta especial estirpe de divas incombustibles al paso del tiempo fue la excéntrica Cher, que década tras década nos ha ido sorprendiendo con un “más difícil todavía” alcanzando niveles inconcebibles de popularidad entre nuevas generaciones de jóvenes que podrían tenerla como tatarabuela.
La gran Cher de los 60, los 70, los 80, los 90, y el cyborg en el que se ha convertido hoy. |
Kylie Minogue pactando con el diablo para rejuvenecer con el paso de las décadas. |
Britney Spears, eventual heredera del título de "Reina del Pop". |
Lady Gaga, la nueva Diva de la era mass media. |
Pero tranquilos todos los fans de
estas divas versión 2.0 porque, aunque no sobrevivan a la industria, al menos
sí que serán mito icónico de una generación que rescatará en el futuro del mp3
antiguos “temazos” que servirán para animar alguna fiesta nostálgica.
Para todos los demás… ¡L.U.V.
Madonna!