En la Industria de la Moda
trabajan decenas de profesionales de toda índole, pero los más reconocidos y
visibles son, sin duda alguna, los modelos. Ellos transmiten no solo su propia
imagen, sino imagen de marca, personalidad, emociones, sentimientos, deseos, en
definitiva, son la personificación del glamour y la magia del negocio.
Para este sector, los “castings”
son el pan nuestro de cada día, las entrevistas de trabajo a las que se
enfrentan constantemente, y el punto de inflexión que, en algunas ocasiones,
puede conseguir dar un giro de 180 grados a sus carreras.
En mi trayectoria profesional he
dirigido multitud de pruebas de este tipo y he llegado a una serie de
conclusiones que, a modo de claves, espero que puedan servir de ayuda (para
quien lo necesite) a la hora de enfrentarse a una prueba de estas
características.
1 – PREPÁRATE. No basta con que
los genes o la madre naturaleza te hayan dotado de unas características físicas
envidiables. La belleza en sí misma es importante pero no definitiva; existen
muchas personas guapas pero no por ello se las paga millones para ser imagen
publicitaria de una firma de cosméticos a nivel planetario. En un casting la
belleza física a los cinco segundos ya está agotada, se necesita algo más. Para
ello es necesaria la formación específica: no es lo mismo desfilar para una
pasarela que para un showroom, ni es lo mismo posar para una campaña
publicitaria que para una página web.
2 – INFÓRMATE. Muchas veces no es
suficiente la información que te puedan proporcionar tu agencia, booker o
representante, por eso es tu labor informarte de aspectos que se pueden escapar
y que te ayudarán a preparar la prueba. Responde a preguntas como por ejemplo:
¿quién hace la producción, la marca directamente o es una productora externa?
¿cúal es la empresa y qué busca? no es lo mismo cosmética, moda, imagen
corporativa, etc… ¿qué tipo de producción van a realizar: fotos, videos,
exteriores, showroom, desfiles,…? ¿qué tipo de modelo están buscando: edad,
características físicas, acting específico,…?
3 – PROFESIONALIDAD. Este es un
concepto algo ambiguo pero esencial. Se puede transmitir profesionalidad con
una actitud tranquila aunque concentrada. La puntualidad contabiliza a tu favor
así como llevar la imagen más próxima a aquello que estén buscando (para esto
es imprescindible haberte “informado” previamente). Lleva siempre contigo el
material que te acredita, se trata de tu “curriculum vitae”, por lo que nunca
está de más llevar tu book, portfolio o composite, así como cualquier
información o soporte gráfico-multimedia que pueda aportar valor añadido a tu
candidatura.
4 – ORIGINALIDAD. Recuerda que
para una prueba se pueden presentar 50 o 5000 aspirantes, por lo que siempre es
importante aportar algún elemento que te haga sobresalir y ser recordado entre
el resto. Existen muchos “trucos” para llamar la atención, desde un peinado, a
una prenda o complemento singular, una frase o un saludo especial, o incluso
hasta un simple resfriado oportuno puede servir para destacar.
5 – NATURALIDAD. Esta es la clave
más fácil (o difícil) de conseguir. No se trata de forzar nada que no este al
alcance de uno mismo. Diviértete en la prueba, muestra disposición,
espontaneidad, sinceridad y saca aquellos recursos que sabes que te pueden
funcionar.
Y si después de todo no eres la
persona elegida, no te desanimes: PERSEVERA. Recuerda que existen 1000 razones
para que te elijan y tan solo 1 para que no lo hagan.
¡Buena Suerte y Mucha Mierda!
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